Detectan a conductores que cruzan por el monte la Raia con Portugal
ORENSE.- Una media de diez conductores intentaron cada día cruzar la Raia por los pasos fronterizos que permanecen cerrados. Su objetivo es evitar dar un rodeo por el de Feces de Abaixo-Vila Verde da Raia (Verín-Chaves),
el único habilitado de forma oficial desde el pasado 16 de marzo entre
la provincia de Orense y el país vecino. Pero las fuerzas de seguridad
lusas y españolas no pierden de vista las carreteras fronterizas y ya
identificaron a medio millar de vehículos y tramitaron sanciones tras sorprender a
los infractores intentando cruzar, en su mayoría hacia Portugal y en
menor medida hacia Orense.
Carreteras, algunas de ellas con aduana a mediados del siglo pasado,
caso de la Pontebarxas (Padrenda), Ameixoeira (Entrimo) A Magdalena y
Portela do Home (Lobios), Baltar-Sendín, Tourem-Calvos de Randín y
Manzalvos (A Mezquita), permanecen cerradas con grandes bloques de
hormigón y son las que registran más infracciones.
El vallado no
parece ser del todo efectivo a tenor de los datos que manejan los
agentes, que establecen controles a diario en cada uno de los pasos. Pero
la vigilancia no es fija y hay conductores que aprovechan, junto con
las personas que los acompañan en el coche, para mover las barreras
hasta abrir un hueco por el que poder cruzar.
También detectaron
automovilistas, sobre todo de coches todoterreno, que esquivan la
barrera circulando por el monte. Esta circunstancia se da en pasos como
el de Soutelínho-Videferre (Oímbra), donde la carretera discurre por una
superficie plana.
"En caso de interceptarlos, son denunciados", afirman fuentes de la Guardia Nacional Republicana.
La mayor parte de las denuncias e identificación de vehículos es algo que los agentes atribuyen al regreso de emigrantes lusos. Argumentan que muchos de estos conductores
desconocían el cierre de las fronteras y el lugar por el que debían
circular a sus zonas de origen.
"Al encontrarse con las vallas, lo primero que hacían era intentar cruzar para no tener que dar la vuelta".
Solo entre la comarca de Monterrei y la de Chaves hay diez pasos
fronterizos cerrados. Algunos de ellos solamente los utilizaban hasta el
momento los vecinos de los pueblos más cercanos. La presencia de
potenciales infractores obligó a incrementar la vigilancia durante las
24 horas. A la GNR portuguesa se sumó la Guardia Civil española.
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