¡Ruta por la costa alentejana!
MADRID.- La costa que parte de la punta de Troia hasta el Parque
Natural del Sudoeste de Alentejo, es un destino en el que la naturaleza es
la protagonista. El relax y la slow life
conquistan a todo aquel que acude a Alentejo y en especial a los que
visitan sus pueblos costeros, según un informe de www.periodistadigital.com.
Los alojamientos, que cuidan al máximo el
bienestar de los huéspedes y el ambiente eco-chic de la zona litoral de
la región, hacen del Alentejo el destino perfecto para una escapada en
coche en busca del buen tiempo, amplias playas y unos preciosos
paisajes.
Lo ideal es aprovechar la visita para hacer un recorrido de sur a norte,
o viceversa, por el eje costero de Alentejo.
Si se comienza por el
norte, desde la frontera con Lisboa, la primera parada puede ser la
famosa península de Troia. Desde la punta de Troia
hasta el cabo de Sines, el litoral se compone de extensas y salvajes
playas de arena. Esta primera parada es la más turística, ya que Troia
cuenta con varios atractivos, tanto culturales como paisajísticos, que
atraen a viajeros de todas partes del mundo en busca de las ansiadas
vacaciones.
Mientras algunos visitan los restos arqueológicos de la
Troia de la Lusitania Romana, otros pueden tomar un ferry en el puerto
para avistar delfines. Y, por supuesto, siempre quedará la opción de
quedarse tomando el sol en alguna de sus maravillosas playas.
De vuelta al coche, se prepara el mapa para llegar hasta Comporta,
un pueblo de ensueño perfecto para olvidarse del estrés de la
metrópoli. La paleta de colores de esta villa va desde el blanco hasta
el azul, generando un paisaje especialmente veraniego. Desde él se
accede a la playa de Comporta, refugio de celebrities y de gente anónima
que busca unas vacaciones de lujo entre la naturaleza más cuidada.
Algunos kilómetros más al sur se encuentra la playa de Almograve ideal para la práctica del surf y el bodyboard.
En la ruta hacia el cabo de Sines, se recomienda,
sobre todo, para los amantes del submarinismo, lugares como Lagoa da
Sancha que son perfectos para esta actividad por sus hermosos bancos de
peces.
La llegada a Sines es diferente a todo lo visto hasta ahora. Se
trata de una ciudad de 10.000 habitantes que nació como pequeño puerto
pesquero. Es la tierra de Vasco de Gama, explorador que llegó a las
Indias Orientales otorgando al Imperio portugués un territorio más a
nivel colonial.
En la caminata por la ciudad no puede faltar una parada
en el castillo, que hoy en día es una casa museo con entrada gratuita o
disfrutar de un magnífico pescado recién salido del mar.
Hacia el sur el viaje se adentra en el Parque Natural del Sudoeste Alentejano,
zona de acantilados y de especies de flora y fauna única. Para las
familias, también existen playas accesibles con multitud de servicios,
como las de Morgavel, Vale de Figueiros (Figueirinha), Praia Grande de
Porto Covo y la de Ilha do Pessegueiro.
Vilanova de Milfontes se presenta como una zona especialmente buena para la pesca deportiva. Además, no se puede uno perder la playa de Malhão
donde se salpican diversas playas pequeñas como la playa de la Cruz, de
Saltinho o la de los Nascedios. La extensa playa de Malhão es tan
grande que siempre es posible encontrar zonas desiertas.
El final de
este espectacular viaje se puede situar en Zambujeira do Mar, su playa es una de las más conocidas de Alentejo, rodeada de acantilados y de una naturaleza inigualable.
El Alentejo está situado al sur de Portugal, entre el río Tajo y el
Algarve. Es una región extensa y principalmente rural. La belleza de su
paisaje y la calidad de su patrimonio arqueológico, monumental y
arquitectónico junto con su excelente gastronomía y sus vinos invitan,
sin duda, a descubrir la región.
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