El empresariado gallego se suma a la reclamación de que reabran las fronteras con Portugal


PONTEVEDRA/VIGO.- El empresariado de la provincia de Pontevedra y del norte luso se suma a la reivindicación social por la reapertura urgente de los pasos fronterizos con Portugal. Este fin de semana ya han aparecido pancartas en los puentes con esta reivindicación y han confirmado su respaldo al director de la AECT, Uxío Benítez, los presidentes de las confederaciones de empresarios de Pontevedra, del Val do Mingo y la Cámara de Comercio de Tui, según informa La Voz de Galicia

Este lunes mantenían una reunión con los alcaldes de los municipios de la frontera miñota, que ya concretaron su apoyo, de cara a programar movilizaciones inmediatas. Advierten de que la reapertura es la única alternativa «para que la raia pueda sobrevivir y no morir asfixiada». 
Son ya más de una treintena los trabajadores transfronterizos que han tenido que renunciar a sus puestos por no poder asumir los costes de desplazamientos ya que, al canalizar todo el tráfico por Tui, además de retenciones, las nóminas se dejan en las gasolineras. 
También las asociaciones y oenegés como SOS Baixo Miño y Conrazones advierten de que todos estos trabajadores, jóvenes y con hijos, han pasado a engrosar las colas del hambre porque no tienen sustento.
Los empresarios de la provincia de Pontevedra y del Alto Minho se han unido así este lunes a las voces que demandan la reapertura de la frontera con Portugal, entre ellas la de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) del Río Miño, integrada por la Diputación de Pontevedra y la Comunidade Intermunicipal do Alto Minho.
El presidente de la AECT y diputado provincial, Uxío Benítez, ha celebrado este lunes un encuentro telemático en el que han participado el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros; el presidente de la Confederación Empresarial do Alto Minho (ACEVAL), Luis Ceia; el presidente de la Cámara de Comercio de Tui, Gumersindo Alonso; y el profesor de Economía de la UVigo, Francisco Javier Martínez Covas.
Todos han coincidido en alertar sobre la “tremenda” situación de las empresas y los trabajadores transfronterizos desde que se restringió la movilidad debido a la pandemia de coronavirus, y han recordado el importante dinamismo económico de la frontera del Miño. A ese respecto, Jorge Cebreiros ha subrayado que ese territorio concentra la mitad de todo el tráfico que se registra en los 2.000 kilómetros de frontera entre España y Portugal.
“Ese dinamismo ya tendría que ser suficiente para tener un tratamiento asimétrico (...), no hay razones objetivas para mantener el cierre”, ha proclamado el presidente de la CEP.
En la misma línea, el presidente de ACEVAL ha urgido la reapertura de los pasos fronterizos porque, desde el pasado 16 de marzo hasta el 29 de mayo, cruzaron unas 200.000 personas por el único paso habilitado (en la provincia de Pontevedra), el de Tui por la A-55.
Para Gumersindo Alonso, “es lamentable” que la gran permeabilidad y dinamismo de la ‘raia’ “no tenga un peso específico para que se abran más pasos”, y ha recordado el “gran coste” que supone para las empresas dar rodeos de decenas de kilómetros para atravesar la frontera por el único punto habilitado. A ello se suma, ha señalado, el impacto en el turismo: “La temporada está ahí, y no hay peregrinos, ni gente de fuera”.
Mientras, el presidente de la AECT, Uxío Benítez, ha comprometido el apoyo de la agrupación a esta demanda, y ha recalcado que un posicionamiento conjunto hará “mayor fuerza ante los que tienen que dar la solución a este sinsentido”.
Además, los empresarios han pedido implementar “medidas de compensación económica” por las “grandes pérdidas” originadas por el cierre de la frontera, y han apostado por activar una Inversión Territorial Integrada (ITI) para esta zona.
El director de la AECT mantendrá también encuentros con alcaldes y alcaldesas transfronterizos para concretar acciones de protesta conjuntas, después de que las demandas de reabrir los pasos no hayan tenido respuesta por parte de los gobiernos, aunque sí se haya abierto parcialmente un paso “con menos actividad”, como el de Calvos de Randín, en Ourense.
Como paso previo, ha informado la AECT, este pasado fin de semana se han colocado pancartas para reclamar la reapertura de la frontera en el puente de la Amistad, en Goián, Tomiño, para “hacer visible la indignación de toda la ciudadanía de la ‘raia’”.
La pasada semana, tras una reunión entre la Xunta y la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Norte de Portugal, representantes del gobierno gallego y del organismo luso reclamaron la reapertura de, al menos, otros tres pasos fronterizos: el de Goián, el de Salvaterra (ambos en la provincia de Pontevedra) y el de Ponte Barxas (en la provincia de Ourense).
Asimismo, los alcaldes de la eurociudad Tui-Valença, también urgieron la apertura de los pasos, y advirtieron de las consecuencias de mantener el cierre para un territorio que se constituye como “una única realidad socioeconómica”, tal como recuerda El Correo Gallego.



El Miño inicia las acciones de presión por el cierre de fronteras 


Los alcaldes de la frontera del Miño agotaron la paciencia. Tal y como habían anunciado, los mandatarios de A Guarda, O Rosal, Tomiño, Salvaterra, As Neves, Arbo, Crecente, Caminha, Cerveira, Valença, Monçao y Melgaço, junto con el AECT Río Minho se reunirán para concretar las acciones de protesta que desarrollarán de manera conjunta e inminente después de que el ultimátum para la apertura de más pasos fronterizos con Portugal no fuera atendido. 
Como paso previo a las movilizaciones que se realizarán en esta semana que entra, el AECT Río Minho colocó en los principales puentes pancartas solicitando la reapertura de los pasos fronterizos. El objetivo es hacer visible la indignación de toda la ciudadanía de la “raya”, que en muchos casos está obligada a dar rodeos de hasta 200 kilómetros para acudir a los puestos de trabajo, y que ve como no tienen clientes sus negocios, y sufre de separación social a pesar de que en el día a día su relación es tan estrecha como dentro de un mismo municipio.
Como ya habían dicho antes los regidores de las eurocidades del Miño, en estos momentos el territorio está totalmente asfixiado, y no se entiende como, a pesar de la singularidad de las relaciones (es el trecho de frontera con más movilidad entre ambos estados y el que suma más población), las administraciones competentes no han movido “ficha” y flexibilizado el cierre de los pasos, tal como recoge el diario digital Atlántico.

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