La dificultad de comprar en el pueblo de al lado, en Portugal
SALAMANCA.- ¿Qué ocurre en Fuentes de Oñoro, localidad de unos 800 vecinos? Resulta que los
comercios del municipio viven, en un noventa por ciento, de las compras
del pueblo vecino, Vilar Formoso (que está pegado); el problema es que pertenece a Portugal, recuerda la Cadena COPE en España.
¿Cómo se apañan los pequeños empresarios para solventar el problema de afluencia de clientes? Aqui se ha hecho efectiva la frase “si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”. Dos veces al día cruzan la frontera para llevar sus pedidos a un punto de encuentro o a los domicilios.
En
cuanto se confirmó el cierre de fronteras los comerciantes se echaron a
temblar, pero buscaron soluciones inmediatamente. Nos cuenta:
“Intentamos buscar soluciones, y con esto de las redes sociales, pues te pones en contacto con las redes y anuncias y así empezamos”.
Han
podido subsistir más o menos. Bien es verdad que se pusieron en
contacto enseguida con la Guardia Civil y la gestión fue fácil. Han detallado cómo lo hacían: “Por whatsapp o por teléfono, te llaman
y nosotros tenemos un punto de encuentro en el pueblo vecino,
que es Vilar Formoso (Portugal). Nosotros quedábamos con la gente en la
estación del tren, es un punto de encuentro que teníamos. Quedábamos
allí a las doce de la mañana y a las cinco, iban a buscar el pedido”.
Nos ha explicado que algunos clientes son habituales y conocían sus domicilios, así que se lo acercan directamente.
Según el propietario, aunque sus vecinos portugueses tiene un supermercado, prefieren seguir comprando como siempre, están contentos con los productos españoles, sobre todo la carne salmantina que les ofrece Jesús, que también tiene ganadería propia.
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