El posible futuro de Mário Centeno en el Banco de Portugal levanta polémica
LISBOA.- Dejará el Ministerio de Finanzas portugués y la Presidencia del Eurogrupo, pero sigue en boca de todos. Con su marcha confirmada, Mário Centeno es apuntado como un fuerte candidato para ser el próximo gobernador del Banco de Portugal (BdP), un futuro que ha levantado polémica en el país y críticas por posibles conflictos de interés.
Centeno anunció el martes su salida del Gobierno de Portugal, donde 
deja atrás más de cuatro años de "milagro portugués" con un control 
férreo de las finanzas y el gasto público, que le valieron para llegar a
 la cima del Eurogrupo.
Una marcha que se rumoreaba desde hace meses en el país luso, donde 
se daba por hecho que tiene una nueva aspiración: llegar al BdP cuando 
el actual gobernador, Carlos Costa, termine mandato el próximo 10 de 
julio.
El propio Centeno reconoció dos días después de confirmar su marcha que la idea no le desagrada.
"Es un cargo que a cualquier economista le gustaría desempeñar", dijo
 en una entrevista con la cadena pública lusa RTP, en la que admitió que
 es un tema del que ha hablado con el primer ministro, António Costa.
Pero el camino hacia el BdP no parece tan despejado y en el país han 
surgido dudas tanto por un posible salto inmediato del Gobierno al 
regulador bancario, como por la relación que mantiene con el nuevo 
ministro de Finanzas, João Leão, que ha sido su mano derecha estos años 
como secretario de Estado de Presupuestos.
"Debe existir una clara línea roja: si existe la más mínima 
posibilidad de un conflicto de intereses, no debería ocurrir", señala el analista de XTB Eduardo Silva, que considera que la dimisión de 
Centeno "tiene una agenda clara, y todo apunta a que será para ir al 
Banco de Portugal".
Otros economistas han alertado en los últimos días sobre la poca 
idoneidad de Centeno para el cargo, como es el caso de João Duque, que 
expresó sus dudas en medios locales sobre si tener a un antiguo 
subordinado como su superior podría ser una "relación sana". 
"No tiene 
ningún sentido", aseveró.
Paradójicamente, el mismo día que Centeno anunciaba su dimisión, la 
Asamblea de la República inició la tramitación de dos proyectos de ley 
que endurecen las reglas para que un miembro del gobiero pueda ir al BdP
 y evitar posibles conflictos de intereses: uno establece un plazo 
mínimo de espera de cinco años y otro exige el voto favorable del 
Parlamento.
Tras superar su primera votación en el pleno, las dos normas 
proseguirán su tramitación parlamentaria, y según el tiempo que tarden 
en ser aprobadas de forma definitiva y promulgadas por el presidente 
luso, Marcelo Rebelo de Sousa, podrán ser un obstáculo o no para 
Centeno.
Pero el Parlamento no ha sido el único en mostrarse contrario a una 
marcha inmediata al regulador bancario luso, y varios partidos de la 
oposición han manifestado su descontento en los últimos días.
"Esperemos que esta remodelación no sea ahora premiada, contra la 
voluntad del Parlamento, con otras funciones en el Estado, para que la 
independencia de las instituciones sea salvaguardada", defendió el 
diputado del PSD (centro-derecha) Duarte Pacheco.
En la misma línea se mostró el otro partido conservador del hemiciclo
 luso, el CDS-PP, cuyo líder, Francisco Rodrigues dos Santos, defendió 
que "no puede haber promiscuidad en la política", ante la posibilidad de
 que "el ministro de Finanzas nombre a su exjefe como gobernador del 
Banco de Portugal".
Al otro lado del hemiciclo también se expresó descontento: la 
diputada del Bloco de Esquerda Mariana Mortágua consideró que un cargo 
en el BdP "no debe servir propósitos de remodelaciones gubernamentales".
¿Podrían estas críticas frenar la llegada del presidente del 
Eurogrupo al regulador bancario? El analista Eduardo Silva considera que
 no: "Si hay algo evidente, es que Mário Centeno no está preocupado por 
las posibles críticas. En política, lo importante es reunir los apoyos 
necesarios, y eso parece ir bien encaminado", señala.
El primer ministro, António Costa, recordó el martes que el futuro 
del BdP no está cerrado: "Cuando llegue el momento, el Gobierno tomará 
decisiones", dijo, y señaló que a finales de mes se reunirá con los 
partidos políticos para escoger un sucesor del gobernador.
Si finalmente es el escogido, Centeno sucederá a Carlos Costa, que 
acaba mandato tras diez años complicados en los que tuvo que afrontar el
 rescate financiero del país y el descalabro del Banco Espírito Santo 
(BES), que le valió duras críticas por la demora en actuar y la decisión
 de intervenir la entidad.
El próximo mandato estará marcado por la crisis de la covid-19 y la 
posterior recuperación, pero el propio Carlos Costa cree que Centeno 
estaría preparado para llevar las riendas del banco central: "Tiene 
todas las condiciones para ser un gran gobernador", dijo en una 
entrevista el mes pasado.

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