El imperio romano se expandió en la etapa más cálida del Mediterráneo en 2.000 años
BARCELONA.- La expansión del imperio romano coincidió con el período más cálido del
Mediterráneo de los últimos 2.000 años, según un estudio de la Facultad
de Ciencias de la Tierra y del Grupo de Investigación Consolidado en
Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona (UB).
La investigación, que publica la revista 'Scientific Reports', ha
revelado que las condiciones climatológicas derivaron progresivamente
hacia condiciones más áridas, y finalmente más frías, coincidiendo con
el declive histórico del gran imperio.
El trabajo tiene como autores principales a los investigadores Isabel
Cacho, Giulia Margaritelli y Albert Catalán, todos de la UB, aunque
también han participado expertos del Instituto de Investigación en
Protección Hidrogeológica del Consejo Nacional de Investigación
(CNR-IRPI), el Instituto Nacional de Ciencias Marinas (CNR-Ismar), la
Universidad de la Campania Luigi Vanvitelli y la Universidad de Perugia,
en Italia.
Estudios previos habían asociado el ocaso del imperio romano con
algunos factores naturales (cambio climático, erupciones volcánicas,
etc.) y, ahora, con una visión regional a gran escala, el nuevo trabajo
detalla con datos precisos cómo han evolucionado las temperaturas los
últimos 2.000 años en la cuenca mediterránea.
"Por primera vez, podemos constatar que el período romano representó
el período más cálido de los últimos 2.000 años, y estas condiciones
perduraron durante 500 años", ha explicado Isabel Cacho, catedrática del
Departamento de Dinámica de la Tierra y del Océano de la UB.
Según los autores, el período del imperio romano es particularmente
difícil de estudiar porque coincidió con importantes cambios culturales
en el entorno del Mediterráneo.
El trabajo identifica, por primera vez, una fase de calentamiento
diferente durante la época romana en la región mediterránea y se centra
en la reconstrucción de la temperatura superficial del mar durante los
últimos 5.000 años.
Este nuevo registro se ha correlacionado con datos de otras zonas del
Mediterráneo (mar de Alborán, cuenca de Menorca y mar Egeo) para dar a
conocer una señal regional de toda la cuenca que identifica el período
romano (1-500 dC) como la etapa más cálida de los últimos 2.000 años,
unos 2°C más cálida que los valores medios de finales del siglo pasado.
Según los investigadores, esta fase diferenciada de calentamiento
climático coincide cronológicamente con el desarrollo y la expansión del
imperio romano, lo que sugiere una relación probable entre las
condiciones climáticas favorables y el devenir histórico del gran
imperio fundado por el emperador Octavio Augusto el 27 aC.
Según la hipótesis de los autores, una transición climática de
condiciones más húmedas a más áridas podría haber marcado su decadencia
posterior.
En el marco del estudio, los expertos han analizado los sedimentos y
organismos marinos, que son un indicador de las temperaturas de las
aguas marinas.
Estos organismos unicelulares, que forman parte del zooplancton
marino, tienen un hábitat bastante específico que se limita a las capas
más superficiales de la columna de agua.
"Por lo tanto, el análisis químico de su esqueleto carbonatado nos
permite reconstruir la evolución de las temperaturas de las masas de
agua más superficiales a lo largo del tiempo", ha detallado Cacho.
La investigadora ha señalado que con estos resultados, ahora se
pueden hacer otros estudios sobre la resiliencia de las poblaciones
romanas ante las variaciones climáticas a partir del análisis de las
transformaciones socioculturales que se han producido a lo largo de los
siglos.
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